Existe una creencia popular que dice que beber dos litros de agua al día ayuda a hidratar la piel y, por lo tanto, a mejorar su belleza.
A fuerza de oírlo, lo creímos y hoy muchas modelos al ser consultadas, responden que la belleza de su piel se debe a la cantidad de agua que ingieren al día. Esto no está científicamente comprobado.
Y es que aunque nuestro organismo está compuesto aproximadamente por un 65% de agua y de ello depende su buen funcionamiento, beber dos litros o más de agua al día no garantiza una piel hidratada. Esto no niega que beber suficiente agua al día ayuda mucho a la salud: facilita a los riñones a filtrar mejor, nos predispone a tener más energía y un mejor rendimiento intelectual. Como vehículo de transporte de oxígeno y nutrientes, el agua que ingerimos indirectamente “irriga” la piel, pero su beneficio es menor que el que se da en otros órganos.
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Ningún estudio ha demostrado que beber más agua hidrate más la piel, lo que es cierto es que beber alcohol en grandes cantidades la perjudica y en este punto es que el agua ayudaría a mitigar el daño.
Otro factor importante a la hora de hidratarnos es la calidad o pureza del agua que bebemos.
Cuidar nuestra salud y la de nuestra familia es una prioridad para todos nosotros y para ello asegurar la calidad del agua que bebemos es un factor fundamental.
Uno de los métodos que garantizan la calidad del agua que le damos a nuestros seres queridos es el filtrado por osmosis inversa
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